Santuario Nuestra Señora de los Milagros

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FUNERAL PRIMER ANIVERSARIO

En este Santuario de Los Milagros, el próximo sábado 27 de Julio tendrá lugar el Funeral por el eterno descanso del *P. Aser Lorenzo Vila, CM* y por todos los Paúles enterrados en este Santuario.
Será a las 18:00 horas. Antes el rezo del santo Rosario a las 17:30 horas y a continuación un tiempo de Adoración y rezo de las Vísperas.

Estáis todos invitados.

HOY CELEBRAMOS…

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Viernes XVI Ordinario. Año par
San Joaquín y Santa Ana Padres de la Virgen María, abuelos de Jesús. La conmemoración de los santos Joaquín y Ana es una buena ocasión para recordar las raíces humanas de Jesús. En él, Dios se ha emparentado con la estirpe humana. En esta fecha los cristianos evocan la presencia de los abuelos y la responsabilidad ética de transmitir la Fe.

Evangelio según San Mateo 13, 18-23: En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros, pues, oíd lo que significa la parábola del sembrador: si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino.
Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que escucha la palabra y la acepta enseguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumbe.
Lo sembrado entre abrojos significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por uno».

Palabra del Señor

Reflexión. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la Palabra y la entiende. Esta explicación de la parábola del sembrador obedece a una demanda de los discípulos que desean saber con exactitud el sentido de la misma.

Digno de destacar es el subrayado especial que se hace al entender o no la Palabra y su predicación, y no está fuera de lugar pues la comprensión de lo que trasmite el Maestro es una de las virtudes que señalan a los verdaderos discípulos. Éstos quedan aludidos aquí como la tierra buena y porosa en la que cae la semilla.

Más allá de la descripción de los distintos tipos de ‘suelos’ (discípulos) en los que cae la semilla al ser arrojada en la sementera, en esta página evangélica resalta el ruego a los cristianos para que la acogida de la Palabra no sea abortada ni por las dificultades que encuentran, ni por las persecuciones, ni por el cruce de otros intereses.

Todos estamos llamados a entender, a conocer y a poner en práctica (vivir) todo lo que se desprende de la enseñanza de Jesús y de su Palabra. Y todos estamos en condición de ser fructíferos en la comunidad; porque nadie está autorizado ni a poner el listón según su paerecer, ni a marcar un nivel de excelencia ajeno a la dura realidad, que frustra más que comprende.

Por eso, bueno es que ante la Palabra nos veamos capaces de aceptarla, de entenderla y de “procesarla en la cocina de nuestro corazón”. Si es así, el fruto será espléndido en el porcentaje que la fuerza del Espíritu Santo permita, y fruto al fin.

¿Admitimos que cada uno tiene distinto ritmo de conversión y, por tanto, de respuesta a la Palabra?

Dios te bendice oramos: Credo, Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

HOY CELEBRAMOS…

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Jueves XVI Ordinario. Solemnidad Santiago Apóstol Santiago de Zebedeo, conocido como Santiago el Mayor, fue uno de los apóstoles que siguió al Señor y el primero en dar su vida por el Reino. La tradición considera que fue el primer evangelizador de España y que su cuerpo llegó a Galicia siendo enterrado en Compostela.

Evangelio según San Mateo 20, 20-28: En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
«¿Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron:
«Podemos».
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».

Palabra del Señor

Reflexión. Es verdad, “este tesoro lo llevamos en vasijas de barro”. Este tesoro, que es vivir en amistad con Jesús, pertenecerle y seguir sus pasos, lo llevamos en vasijas de barro, nosotros, los cristianos de a pie, e incluso los santos. Ahí tenemos a Santiago, que para evidenciar su barro, su debilidad, deja que su madre pida a Jesús para él y su hermano Juan puestos de honor en su reino. Pero también es verdad, y esto es lo que queda al fin y al cabo, que Dios le sostiene y queda claro “que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros”. Esa fuerza de Dios también la sintió y la vivió Santiago, dando su vida por Jesús y su evangelio: “El rey Herodes hizo decapitar a Santiago, hermano de Juan”.

Jesús preguntó a Santiago y a Juan “¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?”. Y lo fueron, al darse cuenta de que los puestos de honor en el reino de Dios, en el reino predicado por Jesús, no es estar más arriba que nadie, por encima de los demás, sino ocupar los puestos de servidor, de entregar la vida por los hermanos, de ser él último, para que no se quede nadie fuera. “No he venido para ser servido, sino para servir”. Por predicar estos valores del reino del Padre, como único camino para disfrutar de la alegría de vivir, a Jesús le mataron, bebió el cáliz de su sangre derramada por no desdecirse de su evangelio, de todo lo que había predicado para inundar nuestra vida de su luz.

Este mismo cáliz lo bebió Santiago. Como su Maestro, predicó el evangelio mientras le arrebataron la vida. Ni las autoridades de entonces le hicieron callar y renunciar a la buena noticia del Señor Jesús. “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”. Le costó la vida, la vida terrena, pero como a Jesús el Padre Dios le resucitó a una vida de total felicidad.

En Santiago se cumplió lo que dice San Pablo en la segunda lectura: “Acosados, pero no abandonados; nos derriban pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo y conquistó la vida”.

Así fue la trayectoria de Santiago, patrono de España.

Dios te bendice Oramos: Credo, Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

HOY CELEBRAMOS…

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Martes XVI Ordinario, año par
Santa Brígida Madre de familia, religiosa católica después, mística, escritora y teóloga sueca. Fundadora de la Orden del Salvador. Fue declarada santa por la Iglesia Católica en 1391. Es considerada la santa patrona de Suecia, patrona de Europa y de las viudas

Evangelio según San Juan 15, 1-8 : En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

Palabra del Señor

Reflexión. Hoy abandonamos la lectura continua propia del tiempo ordinario, y la liturgia nos ofrece unos textos bíblicos que se supone quieren ilustrar el modo de situarse y de actuar que asumió en su vida la santa cuya fiesta celebramos: Santa Brígida, patrona de Europa.

Y tengo la impresión de que esos textos se focalizan en una única idea clave: el Señor Jesús como único lugar y posibilidad de vida auténtica.

Empezamos con el pequeño párrafo de la carta de Pablo a los gálatas. Y voy a poner la atención en unas palabras en las que tal vez no nos fijamos demasiado porque poco después el apóstol hace afirmaciones aún más audaces.

Pero hoy vamos a intentar profundizar un poco en la primera frase de la lectura: “Para la Ley yo estoy muerto”. Pablo habla de la Ley judía, que tiene su origen en Moisés (diríamos que los Mandamientos que todos aprendimos en algún momento), pero que reflexionada, evolucionada, desarrollada y concretada, se convirtió en un conjunto de más de 600 leyes que era imprescindible cumplir para ser “agradable” a Dios. Muy pocos la conocían y en consecuencia todos ellos eran pecadores porque no podían cumplirla. Otros conociéndola no la cumplían. Y por último, aquellos que la cumplían, corrían el riesgo de creer que su cumplimiento les otorgaba méritos y derecho a la bendición de Dios. Pablo, en otros pasajes, explica que él pertenecía al grupo de los estrictos cumplidores de la Ley. Pero se ha encontrado con Cristo y ya no hay ninguna ley más importante para él, se sabe totalmente libre frente frente a ella. Sólo sirve Cristo y vivir en Él.

El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante
Así, el evangelio abunda en la misma idea que Pablo nos ha transmitido. Juan, a través de la alegoría de la vid y los sarmientos, explica de manera sencilla y comprensible la centralidad de Jesús en la vida. Sólo formando parte de Él circula la savia de la vida verdadera que nos permite crecer, florecer, dar frutos. Camino único, desde el punto de vista creyente, para llegar a ser nosotros mismos. Y promesa de futuro que camina hacia la plenitud, aunque hayamos de tener en cuenta y experimentar las podas que la propia vida trae consigo. Y es que, si permanecemos en Él, si la raíz de nuestro ser la constituye ese Jesús del cual Pablo vive, iremos descubriendo lo esencial, aquello que reconocemos como nuestras necesidades y deseos más profundos precisamente porque se identifican con el Señor al que queremos seguir y del que queremos vivir.

Si es eso lo que pedimos al Padre (y no tantas cosas secundarias con las que a veces intentamos negociar con Dios) podemos confiar en que lo vamos a recibir. Y en que nuestra vida, incluso sin que muchas veces seamos conscientes de ello, dará frutos abundantes de amor, como expresión y manifestación del AMOR que Dios es y nos tiene a cada uno de sus hijos.

Hoy puede ser un buen día para profundizar en lo que significa para nosotros estar insertos en la vid que es Cristo, siendo su exprés más plena en esta vida: la comunión eucarística.

Dios te bendice Oramos: Credo, Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

HOY CELEBRAMOS…

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Lunes XVI Ordinario, año par
Santa María Magdalena es considerada una de las principales discípulas de Jesús de entre todas las mujeres que seguían al Señor. Ella fue la primera en encontrarse con el Resucitado y en anunciar la Buena Nueva a los discípulos. Por esa razón es considerada y reconocida en la Liturgia como «Apóstol de los Apóstoles»

Evangelio según San Juan 20,1-2. 11-18 : El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto».
Estaba María junto al sepulcro, fuera, llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?». Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto». Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?». Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré». Jesús le dice: «María». Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» —que quiere decir: “Maestro”—. Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios». Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras.

Palabra del Señor

Reflexión. Hoy la liturgia nos presenta una mujer, María Magdalena, que busca apasionadamente al “amor de su alma”. Acude al sepulcro el primer día de la semana, símbolo de algo nuevo que va a comenzar. Es de madrugada y está oscuro, como su fe. Ve la tumba abierta, pero lo que ve, no le lleva a pensar que Jesús ha resucitado. Sin embargo, su desconcierto no la paraliza sino que la pone en camino, en dirección a la comunidad, simbolizada en Pedro y el discípulo amado, a los que expresa la zozobra vivida: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”. La noticia que reciben de María Magdalena, también pone en movimiento a Pedro y el discípulo amado, pero esta vez en dirección al sepulcro. Hay señales que nos ponen en camino.

El texto del evangelio abandona la atención a los discípulos para poner de nuevo en primer plano a María Magdalena que ha vuelto al escenario del sepulcro. Su desconcierto ahora da paso a las lágrimas. No soporta la perdida de quien tanto ha amado. Sin embargo, su tristeza ahora tampoco la paraliza y se asoma al sepulcro, donde se encuentra con dos ángeles. Los mensajeros celestiales aparecen como una primera señal que apunta a quien se va a encontrar y que cree el hortelano, que le pregunta: “¿Por qué lloras? ¿A quién buscas?” Ella no contesta a sus preguntas, sino que expresa lo que está dispuesta a hacer para recuperarlo: “Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré”. En ese momento Jesús pronuncia su nombre, y al escucharlo, se enciende en su corazón una luz que le hace caer en la cuenta de quién le habla: “¡Rabonni!”. Con el reconocimiento de Jesús Resucitado, la azarosa búsqueda da paso al ansiado encuentro, en el que el llanto da paso a la alegría, y el absurdo al sentido de la vida.

Jesús le comunica que está en otra dimensión, y ya se va al Padre; y le hace un encargo: comunicarlo a los discípulos. María Magdalena es designada por el mismo Jesús, lo que más tarde la nombraría la Iglesia “apostola apostolorum” (apóstol de los apóstoles).

El encuentro con Jesús nunca queda reducido al ámbito de lo personal. La alegría que genera esa experiencia se desborda y se contagia a otros, convirtiéndose en anuncio de “Buena Noticia”. ¿Qué experiencia de Jesús Resucitado vivo? ¿La transmito como Buena Noticia para la vida de otros?

Dios te bendice Oramos: Credo, Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

ES DOMINGO…

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Domingo XVI Ordinario, B

Evangelio según San Marcos 6, 30-34 En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo:
«Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».

Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

Palabra del Señor

Reflexión. Las palabras del profeta Jeremías, en la primera lectura de hoy, son una advertencia y una llamada a la esperanza. Por medio de ellas Dios sigue recordándonos que somos responsables de los demás, no porque sean de nuestra propiedad, sino porque son nuestros hermanos. Una advertencia que debemos tener muy presente cuando tenemos personas a nuestro cargo (fieles, familiares, empleados, alumnos, enfermos, compañeros…). Y una llamada a la esperanza realizada ya en Cristo, nuestro pastor. Jesús es el modelo definitivo para asumir responsabilidades hacia los demás: es el buen pastor, siendo suyas las ovejas nunca le guía otro interés que el bien de ellas y siempre respeta su libertad, aunque ello le cueste la vida (Jn 10, 1-18).

Por otra parte, vemos como Jesús cuida de los apóstoles, a quienes les ha encomendado un importante ministerio. Les procura un tiempo y un lugar para el descanso. Hay mucho trabajo por hacer, pero para ello hay que reponer fuerzas. La motivación última es la compasión: Jesús se compadece de los apóstoles, que vuelven cansados de la misión a la que han sido enviados, y también de la multitud “porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma”.

No le mueve un voluntarista sentido del deber que le permite mantener la calma, sino la infinita misericordia con que Dios ama. Un equilibrio que sólo es posible estando abierto a la gracia de Dios.

Por todo ello, San Pablo nos habla en su carta a los Efesios de cómo Jesucristo ha derribado la separación entre dos pueblos: se refiere a la diferencia que los judíos establecían entre ellos y el resto de los pueblos (los gentiles). En este pasaje insiste varias veces en la transformación obrada por Jesucristo: ha sustituido el odio por la paz dando origen a un único rebaño.

La resonancia en el Evangelio de la profecía de Ezequiel es clara: Jesús es el Mesías prometido por Dios que reúne a las ovejas dispersas. Ya no se trata de una dispersión meramente geográfica, sino de la vuelta al Padre, que no quiere que se pierda ni una sola de ellas.

Dios te bendice Oramos: Credo, Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

EJERCICIOS ESPIRITUALES

Desde el domingo 14 al viernes 19 de julio, un grupo de sacerdotes de nuestra Diócesis de Ourense se encuentran de ejercicios espirituales en este Santuario de Nuestra Señora de los Milagros. Estas jornadas de reflexión y oración dirigidos por Mons. Francisco Pérez González, Arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, quien con su sabiduría y experiencia pastoral está acompañando a nuestros pastores en este tiempo de renovación espiritual.

HOY CELEBRAMOS…

UNA NOCHE DE VERANO…
El 18 de julio de 1830, en vísperas de la fiesta de San Vicente a quien quiere tanto, Catalina acude a este santo que le había mostrado su corazón desbordante de amor, para que su gran deseo de ver a la Santísima Virgen se cumpla por fin. A las once y media de la noche, oye que la llaman por su nombre.
Al pie de su cama, un niño misterioso la invita a levantarse :
« La Virgen María te espera »
dice. Catalina se viste y sigue al niño cuyos destellos iluminan todo a su paso.
Llegan a la capilla, Catalina se detiene cerca del sillón del sacerdote situado en el presbiterio. Oye entonces como el “frufru” de un vestido de seda.
«He aquí la Santísima Virgen »dice su pequeño guía. Duda en creerlo, pero el niño repite en voz más alta:
« He aquí la Santísima Virgen. »
Catalina corre a arrodillarse ante María sentada en el sillón.
Entonces, de un salto, me puse de hinojos, en las gradas del altar, apoyadas las manos en las rodillas de la Virgen Santísima.
Allí, pasó un momento, el más feliz de mi vida. Sería imposible decir lo que experimenté. La Virgen me dijo cómo debía portarme con mi confesor y varias otras cosas.
Catalina recibe el anuncio de una misión y una petición: que se funde una Cofradía de las Hijas de María. Lo que hará el Padre Aladel el 2 de febrero de 1840.