Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

En tiempo recios, ¡cómo agradecemos que alguien nos ayude a distinguir el día de la noche, la verdad de la mentira, el bien del mal! Hace años, el cardenal Martini dijo que los peores tiempos de la Iglesia no han sido aquellos en los que se han cometido muchos pecados, sino aquellos en los que se ha perdido el don del discernimiento, los tiempos en los que todo ha dado igual.

La liturgia nos regala hoy la fiesta de Teresa de Jesús, una mujer «sabia» en tiempos no menos recios que los nuestros, una mujer que supo discernir. Ella no fue alumna de la Universidad de Salamanca o de la de Alcalá, pero se doctoró en la universidad de la oración y de la vida.

La Iglesia la considera «doctora de la fe». Naturalmente, este doctorado no tiene nada que ver con un título académico. Es un don del Padre. Jesús lo dice en el evangelio de hoy: «Has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla». Teresa, que no fue una mujer de temperamento débil o apocado, sí fue una creyente inundada por la sencillez que viene del Espíritu.

Feliz día a todos especialmente a las Carmelitas y a todas las que celebráis vuestra onomástica