Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA REFLEXIÓN…

HOY ES LA VIRGEN DEL ROSARIO.image
Nos dicen los estudios que la sociedad en la que nos desenvolvemos está haciendo de los corazones de las personas algo parecido a un frigorífico. Cuesta expresar, exteriormente, lo que interiormente sentimos o pensamos ante diversas situaciones anómalas, injustas. Mucho más, incluso, ante aquellas otras que por el contrario, producen en nosotros sensaciones de paz y de felicidad o agradecimiento.
El rezo del Santo Rosario nos ayuda a no olvidar el “amor primero” que, en algún instante de nuestra vida, hemos prometido, recibido y vivido junto a Dios.
El rezo del Santo Rosario, sin percibirlo, produce en nosotros una impresión de paz y de equilibrio. Cada vez que desgranamos el manojo de las 10 Ave Marías, multiplicado por cinco misterios, manifestamos a María muchas cosas:
– Que le queremos y que, 50 Ave Marías, no son suficientes para expresar lo mucho que la estimamos
– Que le admiramos y que, con 50 Ave Marías, nos aseguramos y nos repetimos a nosotros mismos que –las grandes promesas cristianas- hay que llevarlas a la vida de cada día.
– Que le miramos, y que con el rezo del Rosario, pretendemos que el Espíritu Santo vaya modelando nuestra obediencia, sencillez, alabanza, oración, entrega, fe y esperanza….según Dios le parezca.
El Rosario siempre ha sido una potente arma para librar muchas batallas. No es menos cierto que, hoy, tal vez algunos enemigos se están haciendo fuertes por una razón fundamental: porque el cristiano ha dejado de enfundar algo tan esencial como es la oración.
A todas las que lleváis el nombre del Rosario, orden de Santo Domingo, congregaciones, devotos y personas que practicáis esta devoción de piedad cristiana: ¡FELICIDADES!