No te preocupes, ¡ocúpate!
Prejuzgar, prestablecer, precaver, prever, prevalecer, preavisar, predecir,… preocupar.
Siempre ese maldito pre-, ese prefijo que nos condiciona las acciones. Siempre hay que adelantarse a todo, no vaya a ser…
Entonces, nos levantamos cada día y descubrimos nuestra lista de pre-ocupaciones: el trabajo, los estudios, los problemas, el mundo, los deberes…
¿Cómo salir de aquí? ¿Cómo empezar a vivir sin «pre»?
Pero lo que es más importante ¿cómo vivir ocupado? ¿Qué hacer para ocuparnos?
Pues muy sencillo: descubriendo que no es verdad que todo nos preocupa.
Hay cosas que no nos preocupan. Lo más importante nos ocupa, así de maravillosa es la realidad: los sueños, los retos, las ilusiones y esperanzas nos ocupan.
Si descubrimos lo que nos ocupa, lo que da sentido a la vida, todo lo nos preocupaba, nos ocupará, porque viviremos para nuestros sueños, ilusiones y esperanzas.
Apareció lo que no podíamos imaginarnos: los estudios, el trabajo, los deberes y cualquier cosa que hagamos, en la medida que nos ayudan para nuestros sueños, ilusiones y esperanzas, nos ocuparán.
FELIZ DÍA A TODOS…