Santuario Nuestra Señora de los Milagros

PENSAMOS… Y REFLEXIONAMOS

Rabi, «¿dónde vives?»,llamando puerta

¿cuál es el secreto de tu vida?, ¿desde dónde vives tú?,

¿qué es para ti vivir?

Jesús les contesta: «Venid y veréis».

Haced vosotros mismos la experiencia. No busquéis otra información.

Venid a convivir conmigo.  Descubriréis quién soy  y cómo puedo  transformar vuestra vida.

  • En primer lugar, buscar. Cuando uno no busca nada en la vida y se conforma con «ir tirando» o ser «un vividor», no es posible encontrarse con Jesús.
  • Buscar a alguien. Si un día sentimos que la persona de Jesús nos «toca», es el momento de dejarnos alcanzar por él, sin defensas ni reservas. No se nos pide que seamos más religiosos ni más piadosos. Sólo que le conozcamos mejor.
  • Sintonizar con él, interiorizar sus actitudes fundamentales, y experimentar que su persona nos hace bien, reaviva nuestro espíritu y nos infunde fuerza y esperanza para vivir.
  • Vivir como vivía él, aunque sea de manera muy pobre y sencilla. Creer en lo que él creyó, dar importancia a lo que daba él, interesarse por lo que él se interesó. Mirar la vida como la miraba él, tratar a las personas como él las trataba: escuchar, acoger y acompañar como lo hacía él. Confiar en Dios como él confiaba, orar como oraba él, contagiar esperanza como la contagiaba él.

 ¿Qué se siente cuando uno trata de vivir así? ¿No es esto aprender a vivir?