Santuario Nuestra Señora de los Milagros

HOY CELEBRAMOS: EPIFANÍA

Celebramos hoy la “Epifanía”siii-reyes-magos1

que significa “manifestación”, “desvelamiento”.

Por lo tanto: Dios se manifiesta a todos los pueblos. Y lo hace de tal forma que todos le podamos comprender, recibir y acoger, en la humildad de una carna mortal como la nuestra.

Los famosísimos tres magos de Oriente representan a los distintos pueblos y razas de la tierra. Para todos ha venido el Salvador. No sólo para el pueblo de Israel, sino que a través del resto fiel de ese pueblo el Señor llegue con su presencia hasta los confines del mundo y hasta los rincones de todos los corazones.

Por eso, recorriendo el relato que nos presenta hoy el Evangelio, podemos reconocer en los magos de Oriente unos “discípulos misioneros”,  que se convierten en modelo para nuestra vida de fe. Veamos:

En primer lugar, porque buscan signos. No se limitan a ver pasar la vida, sino que en ella buscan aquello que les lleve a Dios y a descubrir su voluntad. Antes hablábamos de “hacer presencia de Dios” en medio de nuestra vida… ¡ojalá que esa presencia se actualizase en nuestras vidas de fe.

En segundo lugar, porque preguntan. Y preguntar es la primera tarea de todo discípulo. Reconocen que no saben y preguntan a quién creen que les puede ayudar, orientar, aconsejar es muy saludable. Ojo a esa “dirección espiritual” tan necesaria… precisamente en un mundo autosuficiente y con actitudes demasiado encerradas en uno mismo… ponerse bajo “la guía” de un Director Espiritual que va por delante de ti en el camino de la fe…

En tercer lugar, caminan. Porque de nada sirve mirar y preguntar si eso no lleva a un movimiento. Salen de su tierra, se movilizan, hacen todo un amino…como Abraham y Sara, como tantos otros hombres y mujeres.

Y también adoran. Porque adorar es la actitud cabal del discípulo que encuentra la Luz, y ante esa presencia pone su vida y todo su ser.

Y, permitidme llamar la atención sobre la última frase del Evangelio: “se marcharon a su tierra…”. ¿Qué dirían, qué contarían, qué harían… a partir de lo que encontraron en Belén? Eso es ser misionero: anunciar con las palabras y mostrar con las acciones que Dios está con nosotros y por nosotros en la persona de Jesús, trayéndonos caminos de nueva vida.

Ser “discípulos misioneros”, al estilo de los magos de Oriente, todo un regalo y toda una tarea que se nos recuerda en la festividad de la Epifanía.

FELIZ DÍA DE LA EPIFANÍA