Santuario Nuestra Señora de los Milagros

VIA CRUCIS: SEGUNDA SEMANA CUARESMA

1ª Estación: JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS

«Pase este cáliz de mí si es 4posible, Padre eterno; mas no se haga la mía, tu voluntad obedezco. … Decidle: Dulce Jesús, aquí estoy al lado vuestro, para padecer con vos, no para negaros luego. Vámonos presos los dos, pues vais por mis deudas preso; cinco mil son los azotes; muchos son, partir podemos». (Félix Lope de Vega y Carpio)

2ª Estación:

JESÚS ES TRAICIONADO POR JUDAS Y ES ARRESTADO «Vive de amor aquel que, en frágil vaso, un tesoro divino, humilde, guarda. ¡Oh Jesús! ¡Oh mi bien! ¡Cuál desfallezco! No tengo, como el ángel, fuertes alas, y caigo a cada paso; pero al punto Tú vienes hacia mí, Tú te levantas y me abrazas, tal vez, y otra vez, luego… desfallezco de amor, como la Amada». (Santa Teresa de Jesús)

3ª Estación: JESÚS ES CONDENADO POPR EL SANEDRÍN «Lo vi muy bien, aquel niño judío que estaba esperando a que abriesen los hornos crematorios de Auschwitz… Lo vi muy bien, llevaba una túnica ligera ceñida con un cordón de esparto. Tenía doce años, la misma edad de Cristo, cuando se escapa de su casa a discutir con los doctores del templo. Puede que aquel niño fuese el mismo Cristo… El Hombre que todos crucificamos. (León Felipe)

4ª Estación: JESÚS ES NEGADO POR PEDRO «Oye, Pastor, que por amores mueres, no te espante el rigor de mis pecados, pues tan amigo de rendidos eres; espera, pues, y escucha mis cuidados; pero, ¿cómo te digo que me esperes, si estás, para esperar, los pies Clavados?» (Félix Lope de Vega y Carpio)

5ª Estación: JESÚS ES JUZGADO POR PILATOS «Porque para entrar en estas riquezas de la sabiduría de Dios- escribe fray Juan de la Cruz-, la puerta es la cruz, que es angosta. Y desear pasar por ella es cosa de pocos». En la cruz, escribió asimismo Santo Tomás de Aquino, se nos dan «ejemplos de todas las virtudes: amor, paciencia, humildad, obediencia, desapego de las cosas materiales». La cruz es la clave del evangelio, la llave de la puerta santa del cielo. La cruz es la gran escuela del amor y la sabiduría de un Dios clavado y abierto: «¿Pero cómo, clavado, enseñas tanto?/ Debe ser que siempre estás abierto, ¡Oh Cristo, Oh ciencia eterna, Oh libro santo!» (Lope de Vega)

6ª Estación: JESÚS ES FLAGELADO Y CORONADO DE ESPINAS «¡Oh Jesús, Viña Sagrada!, lo sabes, mi Rey divino, soy un racimo dorado que han de arrancar para ti. Exprimida en el lagar del oscuro sufrimiento, yo te probaré mi amor. Mi único gozo será inmolarme cada día». (Santa Teresita de Lisieux)

7ª Estación: JESÚS CARGA CON LA CRUZ «No me mueve mi Dios para quererte el cielo que me tienes prometido. Ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido. Muéveme ver tu cuerpo tan herido. Muévenme tus afrentas y tu muerte. Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo yo te amará y aunque no hubiera infierno te temiera. No me tienes que dar porque te espere, porque aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero, te quisiera». (Anónimo siglo XVI)

8ª Estación: JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRINEO «Tú me ofreces la vida con tu muerte y esa vida sin Ti yo no la quiero; porque lo que espero, y desespero, es otra vida en la que pueda verte. Tú crees en mí. Yo a Ti, para creerte, tendría que morirme lo primero; morir en Ti, porque si en Ti no muero no podría encontrarte sin perderte. Que de tanto temer que te he perdido, al cabo, ya no sé qué estoy temiendo; porque de Ti y de mí me siento huido. Mas con tanto dolor, que estoy sintiendo, por ese amor con el que me has herido, que vivo en Ti cuando me estoy muriendo». (José Bergamín)

9ª Estación: JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES EN JERUSALÉN «Capitana de la angustia: no quiero que sufras tanto. Qué lejos, Madre, la cuna y tus gozos en Belén: – No, mi Niño. No, no hay quien de mis brazos te desuna. … Qué larga es la distancia y qué amarga de Jesús muerto a Enmanuel. ¿Dónde está ya el mediodía luminoso en que Gabriel desde el marco del dintel te saludó: – Ave, María? Virgen ya de la agonía, tu Hijo es el que cruza ahí. … Déjame hacer junto a ti ese augusto itinerario. Para ir al monte Calvario, cítame en Getsemaní. (Gerardo Diego)

10ª Estación: JESÚS ES CRCIFICADO «En esta tarde, Cristo del Calvario, vine a rogarte por mi carne enferma; pero, al verte, mis ojos van y vienen de mi cuerpo a tu cuerpo con vergüenza. ¿Cómo quejarme de mis pies cansados, cuando veo los tuyos destrozados? ¿Cómo mostrarte mis manos vacías, cuando las tuyas están llenas de heridas? ¿Cómo explicarte a ti mi soledad, cuando en la cruz alzado y solo estás? ¿Cómo explicarte que no tengo amor, cuando tienes rasgado el corazón? Ahora ya no me acuerdo de nada, huyeron de mí todas mis dolencias. El ímpetu del ruego que traía se me ahoga en la boca pedigüeña. Y sólo pido no pedirte nada. Estar aquí junto a tu imagen muerta e ir aprendiendo que el dolor es sólo la llave santa de tu santa puerta». (Gabriela Mistral)

11ª Estación: JESÚS PROMETE EL REINO AL BUEN LADRÓN «¡Oh maravillosa y nueva virtud! ¡Lo que no hiciste desde el cielo servido de ángeles, hiciste desde la cruz acompañado de ladrones! Y no solamente la cruz, más la misma figura que en ella tienes, nos llama dulcemente a amar; la cabeza tienes reclinada, para oírnos y darnos besos de paz, con la cual convidas a los culpados, siendo tú el ofendido; los brazos tendidos, para abrazarnos; las manos agujereadas, para darnos tus bienes; el costado abierto, para recibirnos en tus entrañas; los pies clavados, para esperarnos y para nunca poder apartarte de nosotros. De manera, que mirándote, Señor, todo me convida a amor: el madero, la figura, el misterio, las heridas de tu cuerpo; y, sobre todo, el amor interior me da voces que te ame y que nunca te olvide de mi corazón». (San Juan de Avila)

12ª Estación: JESÚS CRUCIFICADO, LA MADRE Y EL DISCÍPULO ¡Ay Hijo! -la Virgen dice-: ¿Qué madre vio como yo tantas espadas sangrientas traspasar su corazón? ¿Dónde está vuestra hermosura? ¿Quién los ojos eclipsó donde se miraba el cielo como de su mismo autor? Partamos, dulce Jesús, el cáliz de esta pasión, que vos le bebéis de sangre y yo de pena y dolor. ¿De qué me sirve guardaros de aquel rey que os persiguió, si al fin os quitan la vida vuestros enemigos hoy? Esto diciendo la Virgen, Cristo el espíritu dio. Alma, si no sois de piedra, llorad, pues la culpa sois». (Félix Lope de Vega y Carpio)

13ª Estación: JESÚS MUERE EN LA CRUZ «¡Cristo de la Buena Muerte, el de la faz amorosa, tronchada, como una rosa, sobre el blanco cuerpo inerte que en el madero reposa! … ¡Cuerpo llagado de amores, yo te adoro y yo te sigo! Yo, Señor de los señores, quiero partir tus dolores, subiendo a la Cruz contigo. Quiero en la vida seguirte y por sus caminos irte alabando y bendiciendo, y bendecirte sufriendo y muriendo, bendecirte. … Señor, aunque no merezco que tú escuches mi quejido, por la muerte que has sufrido, escucha lo que te ofrezco y escucha lo que pido. Al ofrecerte, Señor, vengo mi ser, mi vida, mi amor, mi alegría, mi dolor; cuanto puedo y cuanto tengo; cuanto me has dado, Señor. Y a cambio de esta alma llena de amor que vengo a ofrecerte, dame una vida serena y una muerte santa y buena… ¡Cristo de la Buena Muerte! (José María Pemán)

14ª Estación: JESÚS ES DEPOSITADO EN EL SEPULCRO «¡Qué dulce sueño en tu regazo, madre, soto seguro y verde entre corrientes rugidoras, alto nido colgante sobre el pinar cimero, nieve en quien Dios se posa como el aire del estío, en un enorme beso azul, oh, tú primera y extrañísima creación de su amor! … Déjame ahora que te sienta humana, madre de carne solo, igual que te pintaron tus más tiernos amantes, déjame que contemple tras tus ojos bellísimos los ojos apenados de tu Hijo Jesús, permíteme que piense que posas un instante esa divina carga y me tiendes los brazos, me acunas en tus brazos, acunas mi dolor, nombre que lloro. Virgen María, madre, dormir quiero en tus brazos hasta que Dios despierte». (Dámaso Alonso)