Santuario Nuestra Señora de los Milagros

V Domingo de Pascua 2022

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo
Hoy Domingo V de Pascua.

San Juan 13, 31-35 Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».

Palabra del Señor

Reflexión Que os améis unos a otros… ¡Qué pocas cosas hay realmente importantes en la vida! El desprendimiento, los años o el sufrimiento nos hacen tomar conciencia de ello. Lo que merece la pena es el amor. Y no es que sea una obligación darlo: es que es una necesidad para recibirlo. “Que os améis” dice el Señor en el momento trascendental de su vida, y ése es el mandato principal que de Él hemos recibido y a Él nos remite como si fuera un sacramento. Y éste debiera ser el mayor criterio para examinar la plenitud de nuestra vida: el amor que damos, que nos damos “unos a otros” y no guardamos de forma egocéntrica.

… Como yo os he amado
¡Es una medida inalcanzable! Pero una aventura apasionante escalar semejante calidad y plenitud de amor. El amor de Jesús, amar “como” Él, supone asumir el dolor, acercarse a los demás, comprender a los otros, esforzarse en acoger. No es un amor que se queda en palabras sino que va a hechos concretos. Que sabe de desprendimiento y de cruz. Que apunta a la Pascua. Por eso siempre debemos preguntarnos: “¿cómo amaría Jesús?”

Conocerán que sois mis discípulos… Siempre nos ronda la tentación de confundir el signo de identidad de los discípulos de Jesús. Cumplir mandamientos no resulta del todo difícil; quedarse en lo externo es muy cómodo. La raíz y el centro, la razón de nuestra fe es exclusivamente el amor: el que experimentamos de Dios (“Él nos amó primero”) y el que vivimos con pasión y exigencia: ¡del amor seremos examinados al final!

Tal vez no sean momentos fáciles los que vivimos. Pero son tiempos en los que amar al estilo de Jesús es un desafío. Porque creemos que el amor da sentido y plenitud a lo humano seguimos anunciando el Evangelio. Y no olvidemos, que no depende de nuestras fuerzas el nos sostiene desde dentro de nuestras almas, por la fuerza de su gracia. ¡El Resucitado nos anima y acompaña!

Feliz Pascua Florida…

_* Dios te bendice…*. Oramos: Credo, Padrenuestro, Avemaria, Gloria.