En esta fiesta, pedimos por el Papa, para que anime y dirija a la Iglesia según el querer de Dios. Y junto a él, por todos los que tienen alguna autoridad en la Iglesia: en las diócesis, en las parroquias, en las congregaciones y movimientos, en las familias, en la educación cristiana… para que todos vivamos la autoridad como el servicio de “ayudar a crecer” a otros, según el corazón de Dios.
Feliz día… Dios te bendice…