Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

Hoy me siento obligado a pararme ante la Palabra… me sorprende Juan. Repetidamente reclama mi atención: Yo, Juan, vi; yo Juan, oí. Nos invita a ver y oír los días de los últimos tiempos. Y yo enredado en esta historia local y alocada.

A través de los ojos de Juan, reflexionó sobre un encuentro que tuvimos ayer… unos colaboradores del Santuario, yo y una familia… no puedo menos que ver los rostros de los adolescentes con quien es importante compartir la búsqueda de su verdad, y entre ellos a los pocos que «llevan con valentía en su frente el nombre de Jesús».

Juan oye un sonido de arpas y de voces que bajaba del cielo. Era la voz de los salvados. En sus labios no se encontró mentira. A través de los oídos de Juan, oigo las voces adolescentes que hablan de sus cosas y aclaran sus medias verdades.

Vidas adolescentes paralelas a las de los adultos, unidas en el mismo proceso educativo que culmina con la bendición del Señor para quien vive con manos inocentes, corazón puro, y no confía en los ídolos.

También Jesús alza la mirada y ve a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; ve también a una viuda pobre que echaba allí dos moneditas. Unos echan como donativo de lo que les sobraba, y la viuda, en cambio, echa de lo que necesitaba para vivir. Ya lo decían los antiguos: «Nada vale quien nada ama» (Plauto). «Creo que no hay nada difícil para el que ama» Cicerón).

La búsqueda de la Verdad… aahhhh que gran negocio!!! Señor, ayúdanos a ser testigos de Verdad y ayudar a otros a emprender esta camino apasionante…

Feliz día a todos…