Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

Nos cuenta Marcos que Jesús al ver tanta gente junto a sí que no tenía que comer dice: “Me compadezco de esta gente, ya llevan tres días junto a mí y no tienen que comer”. La mirada de Jesús ve al hombre en su necesidad real, material o espiritual. Y esta mirada nacida de la compasión se convierte en gesto, y éste en don para la vida del otro.

Ante las situaciones de la gente sencilla Jesús tiene una mirada de compasión que le lleva a hacer suya esa realidad y a actuar para solucionarla.

No es una compasión emocional y superficial (¡pobrecito, qué pena!), sino práctica que busca eficazmente una pronta y rápida actuación. La compasión de Jesús es fruto de ese amor a Dios que está en él y que le hace acercarse con sencillez y ternura al más necesitado. Es una compasión que no dilata la solución porque el bienestar de la persona es lo primero.

Para Jesús la persona es lo primero de todo y lo más importante, ya que es muy consciente de que la gloria de Dios es que el hombre viva plenamente.

FELIZ DÍA A TODOS