La fe no nos evade de nada, sino que nos introduce más en la vida, en su densidad y espesor. Pero sí nos ayuda a caminar, en medio de todo. Sin creer en la fatalidad. Confiando, más bien, que “a los que aman a Dios, todo les sirve para bien”. Y en ese “todo” incluimos que una dificultad, un problema, una enfermedad… pueden ser ocasión de una vida más lúcida, más confiada, más plena.
En toda lucha, Dios está con nosotros.
Y no va a permitir que la prueba supere nuestras fuerzas.
FELIZ DÍA A TODOS
y de una forma especial a las Hijas de la Caridad que celebran el día de su fundación… felicidades….