Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

El no agradecer ni admitir la acción bienhechora de Dios Padre por medio de Jesús no es sólo ceguera recalcitrante del pueblo judío, también es ponerse de espaldas al torrente de gracia que el Padre derrama en todos los que viven en la escucha de la Palabra, en la gratitud de los talentos recibidos y en el reconocimiento de lo mucho que nos habla el evangelio de Jesús en el dolor y el servicio diarios vividos con elegancia espiritual.

El agradecido leproso nos recuerda que la fe en Jesús nos restaura en el pueblo de Dios y nos habilita para vivir el encuentro con él como la perenne novedad para afianzarnos en su seguimiento.

FELIZ DÍA A TODOS…