Pídele a Dios que te enseñe a encontrar la verdadera fuente de la vida de fe.
Que te ayude a vivir desde la inquietud que siempre está abierta al encuentro con Él.
Pídele a Dios que, aunque sea en momentos puntuales,
aunque siempre tengas que seguir buscando,
puedas, en algún momento de paz, vislumbrar, descubrir su presencia en tu vida.
Pídele a Dios que colme tu sed, tu hambre;
que te cautive, te llene, te ilusione, te empuje, te levante y te sacie.
No es cuestión de «cambio», no es cuestión de «palomas»…
no es cuestión de «ofrecer cosas»…
es más, mucho más que esto…
ES DARTE A TÍ MISMO Y BUSCARTE EN DIOS…
Como decía santa Teresa de Jesús: «Alma buscarte has en mí…»
FELIZ DÍA A TODOS…