El Papa Emérito Benedicto XVI nos decía el 23 de Julio de 2006:
«La historia de María de Magdala recuerda a todos una verdad fundamental: discípulo de Cristo es quien,
en la experiencia de la debilidad humana, ha tenido la humildad de pedirle ayuda, ha sido curado por él,
y le ha seguido de cerca, convirtiéndose en testigo de la potencia de su amor misericordioso,
que es más fuerte que el pecado y la muerte».
FELIZ DÍA A TODOS…