Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

Jesús cuenta la parábola de la oveja perdida, que se alejó del rebaño. El pastor deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida, alegrándose cuando la encuentra. Esta oveja simboliza a los que extravían del camino, los que necesitan ayuda, los débiles, los pequeños. Ningún rebaño puede renunciar a un hermano, pues a ejemplo de su pastor, no podemos ser indiferentes a la pérdida de una sola persona. El mismo Señor se encarga de buscarnos donde pueda encontrarnos. Para eso cuenta con su Iglesia, la comunidad de fieles que no puede ceder a la lógica del descarte.

Nuestras comunidades deben ser abiertas, capaces de emprender un camino de fraternidad y nunca pueden renunciar a un hermano. Que la intercesión de Santa Clara y su ejemplo nos ayuden a vivir en comunidades sencillas, contemplativas y fieles al Evangelio de Jesús.

FELIZ DÍA…

Felicidades a toda la familia franciscana… especialmente a las Comunidades de nuestra Diócesis …