Santuario Nuestra Señora de los Milagros

QUE NOCHE TAN REBUENA…

¡QUE NOCHE TAN REBUENA!

Nace el Salvador, y los ángeles, proclaman su gloriaFeliz Navidad
Viene Dios, y el mundo –roto y malévolo-
siente en sus propias carnes
la bondad de un Dios humanado.
Ojos de fe, como los que tuvieron los pastores,
son necesarios para descubrir este portento:
nada prodigioso, nada extraordinario,
nada espectacular, nada ruidoso….

¡QUÉ NOCHE TAN BUENA!
Un Niño, envuelto en pañales,
abriga y reconforta a un mundo
tan confundido por ropajes vistosos 
o ideologías que lo quieren ser todo.
Un pesebre, en el cual vemos a un Niño,
que visualiza la promesa: se nos da un Hijo.

¡QUÉ NOCHE TAN BUENA!
La noche donde brota la sencillez
La noche donde lo grande se hace pequeño
Donde el poderío y la grandiosidad
no son señales del camino
por el cual Dios se acerca a nuestro encuentro

¡QUÉ NOCHE TAN BUENA!
Dios gime y necesita de nuestra ayuda
Dios mendiga el calor del hombre
Dios saca su mano, desde el fondo del pesebre,
y tan sólo pide un poco de amor.
Dios, si se hace Niño, es para llamar nuestra atención
Para que volvamos hacia El
Para que le amemos y pongamos nuestro pensamiento en El
¡QUÉ NOCHE TAN BUENA!
La Palabra que se hizo tan larga,
en Belén, se hace diminuta, cae a nivel del suelo
La Palabra que tan sólo se escuchaba,
en un pesebre se deja adorar y besar
La Palabra, gigantesca y eterna,
de repente se contiene en maderas cruzadas

¡QUÉ NOCHE TAN BUENA!
El resplandor de un Niño nos reclama:
seamos niños, para entrar por la puerta del cielo
El amor de un Niño nos invita:
amar a Dios con el corazón entero
El rostro de un Niño nos recuerda:
Dios ya no es un desconocido
aunque, para algunos, haya quedado en el olvido

¡QUÉ NOCHE TAN BUENA!
Y, entre tantos regalos, no lo olvidemos
seamos, nosotros para los que nos rodean
y nosotros para Dios la mejor ofrenda.
Como José, miramos con fe al Niño
Como María, miramos con humildad al Hijo
Como la estrella, seamos luz
Como los pastores, pongámonos en camino

¡QUÉ NOCHE TAN BUENA! (J.L.)