MISTERIO DE NAVIDAD
Jesús no nace en soledad. Nace rodeado de gente buena.
Gente que comprende lo que es el compromiso, la pasión, la entrega, el amor.
Porque al final de eso se trata todo esto, del Amor. Así, con mayúsculas.
El amor que es Dios mismo.
El amor que viene a anunciar a un mundo que se ha atascado en odios, rivalidades, opresión y rencores. Como en tantas épocas. El anuncio sigue siendo necesario. Como necesario es el amor. Y resulta que al final de eso va la Navidad. No de fiestas, risas de lata, zambombas o comilonas. Va de amor.
Amor que es capaz de apostarlo todo por los suyos.
Amor incondicional, definitivo, eterno. Amor que no deja de creer en nosotros. Ese es el mayor milagro.
Feliz día de los Santos Inocentes