Qué bueno es tener motivos para esperar.
No pasa nada si nos falta algo, si hay heridas,
si en algún momento la vida va achuchada. E
n realidad hay etapas en las que lo importante es escuchar la promesa de algo bueno.
Y creerla, si quien promete es alguien de fiar (Dios lo es).
Llegará la sanación para las heridas.
Llegará la luz para disipar las sombras.
Llegará la paz a las personas.
Llegará el amor a poblar las soledades.
Llegará la palabra a tender puentes.
Llegará el descanso, compartido.
Llegarán nuevas ideas, nuevas canciones, nuevos proyectos.
Llegará Jesús.
FELIZ DOMINGO II DE ADVIENTO…