HERMANO NARCISO PASCUAL PASCUAL, C.M. Y COMPAÑEROS MÁRTIRES
Durante los años 1934-1939, muchos cristianos sufrieron la muerte en España bajo la persecución promovida por el comunismo ateo. Con valentía dieron testimonio de su Fe y han sido beatificados el 13 de octubre de 2013. Entre ellos hay 14 misioneros de la Congregación de la Misión (Paúles), tres de ellos Hermanos coadjutores, y 27 Hijas de la Caridad además de una Hija de María. Nuestros mártires confesaron a Jesucristo antes de morir y perdonaron a los perseguidores con una adhesión inquebrantable a la fe católica, fueron fusilados unos, otros quemados o troceados por el hecho de ser seguidores de Jesucristo y continuadores de su misión. Pidamos por su intercesión, valentía y fortaleza para ser testigos firmes de la Fe en nuestro mundo.
Del proceso del P. Fortunato Velasco, C.M.:
Llegaron los verdugos al seminario y empezaron los disparos, registros, interrogatorios, cautiverios, condenas y, al fin, los asesinatos, sucesos que nos hacen revivir la época de las primeras comunidades cristianas de la Iglesia. Estando en la cárcel escribe una carta a lápiz el 30 de julio, reveladora de su admirable serenidad y confianza en la Providencia; la carta iba dirigida al seminarista Manuel Herranz, que llegaría a ser misionero paúl: “Te escribo desde la prisión para comunicarte alguna cosilla… He estado toda la noche en la cárcel, y esta mañana he salido a declarar. A nosotros nos echan la culpa de todo el movimiento; por tanto estoy esperando me fusilen de un momento a otro. Ruega por mí… Moriré mártir en defensa de la fe… Yo ya me he ofrecido a Dios para que se haga su santa voluntad”. “A eso de las once u once y media… le sacaron dela cárcel camino del cementerio. Allí le fusilaron… antes de recibir el tiro de muerte, el P. Fortunato oró a Dios por sus asesinos, les perdonó de todo corazón y con el grito: ¡Viva Cristo Rey! , cayó desplomado por una descarga de pólvora que le abrió la cabeza. Era el 24 de agosto de 1936; tenía treinta años cumplidos. Así moría el valiente defensor de la fe, dando testimonio de amor y esperanza invencibles.
De una carta del Hno. Narciso Pascual, C.M., a sus padres:
El 5 de mayo de 1936, escribió a sus padres una carta donde expresaba al vivo su personalidad cristiana, valiente y decidida:”… me encuentro muy bien y sin novedad (…) supongo que no pasará nada. Pero si llega a pasar, ustedes no tengan pena, pues yo, si me matan, muero por Cristo y por salvar a la Patria. Yo nada más quiero que ustedes no tengan pena por nosotros, pues estamos bien. YO no tengo miedo a nada de eso que se dice. Estoy dispuesto a todo, porque si morimos, morimos por la fe de Cristo y confesando a Cristo, y por nuestra amada Patria, en defensa de su santo ideal; y así nos salvaremos. Lo que les pido es que no se preocupen de nosotros, y que no tengan pena”. Murió fusilado el 6 de diciembre de 1936. Tenía 19 años de edad.
Notas espirituales de Sor M. Adoración Cortés Bueno de Leganés:
“Me consagré a Dios y Él se dignó aceptar mi consagración ¡Qué bondad la suya! ¡Qué dicha la mía! ¿Con qué pagaré al Señor tan insigne merced?… Él para nada necesita de mí. Nada puedo darle que no sea suyo… ¡Pero hay tantas niñas que necesitan instrucción y educación cristiana! Y lo que haga con ellas, el Señor lo recibe como hecho a Él. ¡Las ama tanto!… Y cuanto yo sufra por ellas, el Señor lo recompensará como sufrido por Él; sí, por Él que tanto sufrió por mí… Dios mío, mientras me quede un instante de vida lo emplearé en llevarlas a Vos!… Dichosa yo mil veces si son muchas las que por mi medio os conocen, os aman y os sirven… y os glorifican eternamente en el Cielo. Llévenme allí sus oraciones, Señor, y vuestra infinita misericordia”.