Nuestra Señora de la Merced…
Liberación de los presos. De toda clase de cadenas… prisioneros de guerra,
prisioneros de sí mismos, prisioneros de sus propias esclavitudes: críticas destructivas,
comentarios intransigentes, juicios (tantas veces temerarios), hipocresías, murmuraciones,
calumnias… en definitiva… prisioneros de su propio «yo»… en todos los sentidos, en todos los
estamentos…
Y también, día especial para pedir por los presos y todos los funcionarios de prisiones… sí,
pedir por ellos porque «estuve en la cárcel y me visitásteis»…
Y en estos días… una mirada a la Madre de la Merced para interceder por tantos hombres
y mujeres llenos de incertidumbres… por los refugiados, por los perseguidos y martirizados
a causa de la fe… Madre, protégelos con tu poderosa intercesión.
Felicidades a la Orden de la Merced: Mercedarios y Mercedarias…
Por cierto felicidades a todas las Mercedes, Merches… y a todos los que trabajan en prisiones.