Domingo XV del tiempo ordinario, ciclo A.
Parábola del Sembrador…
El mensaje es claro:
Dios es generoso sembrando, pero la concreción de los frutos de su siembra dependen también —y a la vez— de nuestra libre correspondencia. Que el fruto depende de la tierra donde cae es algo que la experiencia de todos los días nos lo confirma. Por ejemplo, entre alumnos de un mismo colegio y de una misma clase, unos terminan con vocación religiosa y otros ateos. Han oído lo mismo, pero la semilla cayó en distinta tierra.
También celebramos Nuestra Señora la Virgen del Carmen… y pedimos por todos aquellos que la tienen como patrona y protectora… los que llevan su nombre, los que la invocan como «reina de los mares», aquellos que se encomiendan a su intercesión en la hora de la muerte… Que Ella, interceda por todos nosotros…
FELIZ DÍA A TODOS…