Las adormideras, espuelas y capuchinas
- Las adormideras, las espuelas, las capuchinas y otras muchísimas flores que dejamos para ponerlas adjuntas a las treinta especies ya indicadas, sirven para embellecer nuestros jardines con su variedad de colores y formas. Las adormideras son flores de primera magnitud, bellas por su forma y variedad de colores, y suben muy altas en sus tallos; pero cuidado que nadie las toque: no tienen olor.
- La templanza ha de poner orden no sólo a los movimientos internos del ánimo, sino a los externos, como son todos los gestos que van al unísono de nuestra existencia… modos de ser, de vivir, etc, etc… En todo esto se han de guardar las leyes del decoro, de la honestidad, del pudor y de la modestia y gravedad.
- La Virgen María fue tan compuesta en su exterior cual correspondía a su ordenación y gravedad interior. Nadie la vio jamás hacer un gesto desaliñado… verdadero modelo de decoro y de moderación entregada.
- La descomposición interior sale a fuera en los modos y gestos exteriores. El desorden del ánimo está luego marcado en el frontispicio del corazón, que es el cuerpo. ¿Tienes en tu exterior compostura? ¿guardas orden y moderación? Recoge estas flores y, porque les falta fragancia, únelas con las hierbas aromáticas de tu jardín y con otras flores que perfumen tu ramillete, y al presentarlas dirás a María:
Oración:
Señora y Madre mía:
Yo te ofrezco moderación en todos mis gestos, acciones y movimientos exteriores.
Recibe mis buenos propósitos, y dales fuerza y eficacia. Amén.