Santuario Nuestra Señora de los Milagros

CON FLORES A MARÍA…

El jacintojacinto

  1. El jacinto, el junquillo, las varas de san José, todo esto forma una misma familia; pertenece a los lirios. Por la noche y las mañanas dan un olor muy fino y fuerte. Tiene cabeza y varita como la justicia. Están identificadas con la virtud de la gratitud.

 

  1. Esta virtud es una buena disposición de ánimo que nos mueve a dar muestras de agrado y de reconocimiento a todos aquellos de quienes recibimos un favor. Debemos gratitud a Dios, a su santísima Madre, a nuestros padres, a nuestros maestros y a todos los demás que nos favorecen en lo espiritual y material.

 

  1. En varias circunstancias dio la Virgen María gracias a Dios en nombre nuestro de un modo muy especial y eficaz: sintió en sus entrañas purísimas a Dios Redentor, y vio en la encarnación el mundo redimido; cuando le vio nacido, y cuando al pie de la cruz vio acabada la obra de la redención; y en nombre propio por su inmaculada concepción y por su elección por Madre de Dios. Fue agradecida a sus padres, a sus maestros y sacerdotes en el templo, y a san José mientras vivió con él.

 

  1. ¿Piensas en los beneficios que estás continuamente recibiendo de Dios? ¿los conoces? ¿los meditas? Te ha criado, te ha redimido, te ofrece su amor, su gracia y los dones del Espíritu Santo, te promete la gloria, te da la vida, la respiración y el movimiento y cuanto tienes de bueno. Por estos favores ¿qué le dices? ¿le bendices, le das gracias y te le presentas agradecido? Mira bien cómo está en tu alma esta virtud, plántala, trasplántala, riégala, cultívala, y al cogerla y presentarla a María dile:

 

Oración:  Reina de los cielos:

Yo te ofrezco el jacinto: recibe esta flor como ofrenda de mi gratitud. 

 Yo propongo, yo me obligo, yo me resuelvo a ser agradecido a Dios y a Tí, Madre de Misericordia;

a Dios, por los beneficios de la creación, de la redención y de la vocación y de todo lo que recibo cada día;

y a Tí, por quererme como hijo tuyo. Acepta mis propósitos y haz que sean eficaces. Amén.