Santuario Nuestra Señora de los Milagros

LUISA DE MARILLAC

-¡Luisa, Luisa, Luisa!¡Despierta, ven conmigo! Ella dudaba si sería Miguel, quizás su nieta, alguna Hermana que le traía la comida, o el Padre que iba a llevarle los Sacramentos. De nuevo, la voz volvía a llamarla por su nombre con…