Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

Volvió su mirada hacia mí y noté que me sentía mejor:

– Levántate, toma la camilla y vete a casa

Y di un brinco. 

Me sentía nuevo, y poderoso y con una tarea que hacer, con un sentido en la vida.

Los hombres podemos hacerlo muy mal, y sentirnos fatal…

Pero podemos perdonar y ser perdonados… porque somos
hijos del Padre de la misericordia, hijos de su ternura. 

Gloria a Dios que nos ha dado tal «autoridad».

FELIZ DÍA A TODOS…