Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

Las tres pequeñas parábolas que San Lucas refiere en boca de Jesús se sitúan en el marco de las Bienaventuranzas y nos muestran cuáles deben ser las actitudes de un discípulo. Y lo hace con un lenguaje provocativo como el que suele usar en el evangelio de Mateo para los fariseos… y es porque, al igual que ellos, también los dirigentes de la comunidad lucana, quizás incluso algunos de los propios discípulos de Jesús, habían convertido la fe en religión, es decir, habían tratado de encerrar a Dios en un cúmulo de leyes y prohibiciones donde se cumplía al par que se mentía.

Lamentablemente hemos tomado la luz de Cristo y la hemos escondido en nuestro celemín de mediocridades y autoreferencias. La Iglesia, cada uno de nosotros, somos sacramentos de Cristo, del amor inmenso con que Él quiere a todos los hombres y esto predicarlo y hacerlo vida a tiempo y destiempo, incluso siendo, como nuestro Maestro, signo de contradicción. El mundo necesita “ver” como el ciego del camino y hemos de llevarlo ante Jesús con profunda humildad, sin prejuicios y, por supuesto, sabiendo que Él y solo Él puede salvarlo.

Feliz día… Dios te bendice…