Santuario Nuestra Señora de los Milagros

HOY ES MIÉRCOLES DE CENIZA

ALGUNA REFLEXIÓN PARA ESTE DÍA… 

Por feliz coincidencia este Miércoles de Ceniza coincide con una «fiesta comercial» que se ha venido a denominar: «san Valentín o del Amor»… pues, nada mejor para celebrar el AMOR que APUESTA POR NOSOTROS y POR NUESTRA SALVACIÓN, que estos días de preparación que nos conducen a la

GRAN FIESTA DEL AMOR: ENTREGA-MUERTE y RESURRECCIÓN DEL SEÑOR… 

  • La Cuaresma que inauguramos es una exigencia de la vida misma: de esa ley con la que funciona la naturaleza y la vida humana, y formulamos así “renovarse o morir”. Entramos en Cuaresma, no para mortificarnos, sino para vivificarnos, a base de renovar profundamente nuestra vida. Lo mismo que nuestro organismo sobrevive gracias al proceso de renovación permanente de las células que lo componen (cada cinco años todas nuevas)… así, cada Cuaresma, mantiene vivo al cristiano que se adentra a cuerpo limpio en esta renovación personal.
  • Es a lo que nos convoca el mismo Jesús en muchos de los relatos evangélicos. No podemos presentarnos en la gran fiesta de la Pascua (01 de abril) con un vestido viejo o remendado…, es el momento de confeccionar un vestido nuevo. No podemos echar el vino fuerte y nuevo de la Pascua en recipientes viejos y agrietados… es el momento de renovar nuestros odres, la vida en la que vertemos a diario la fe.
  • Tenemos por delante cuarenta días para reconducir la vida, para ganar en humanidad, para chequear nuestra fe, para confrontar nuestra vida con la Palabra de Dios y hacer los ajustes y rectificaciones que sean precisos… Y, todo esto, con Dios como gran protagonista: “Os conduciré al desierto, os hablaré al corazón, trataré de seduciros para que volváis al amor primero” (Oseas)

Para esta tarea la Palabra de Dios que hemos escuchado nos recuerda algunas presiones importantes:

  • Con la primera lectura estas dos: 1/ Que no se trata tanto de convertirnos “de” cuanto de convertirnos “a”… Así lo repetía el texto por dos veces: “convertíos al Señor, Dios vuestro”; 2/ Que este camino es personal y comunitario a la vez; los verbos así lo indicaban: “convocad, tocad, reunid, congregad…” Todo lo que se comparta con los demás tiene un “plus” añadido de valor.
  • Con el Evangelio dos acentos más: 1/ Afirmar el valor de actualidad que siguen teniendo esas viejas prácticas que vienen del judaísmo: oración, limosna y ayuno… con ellas se abarcan los tres ángulos entre los que se desarrolla la vida de cada día: Dios, el prójimo, las cosas…; 2/ Advirtiendo que estas prácticas no tienen un valor mecánico, automático… sino que están condicionadas por el “espíritu” con que se realicen, espíritu de sinceridad y de verdad.
  • Con las palabras de san Pablo también dos advertencias: 1/ Que estrenamos un tiempo favorable, el día de la gracia, tiempo de salvación… y así lo acredita la experiencia de miles y millones de creyentes…; 2/ pero que esta oportunidad se puede aprovechar o también “echar en saco roto”…

Nos animamos a recorrer este camino, desde el principio, con el máximo empeño. Nos decimos con Madre Coraje, de Bertold Brecha: “Cristianos, en pie, que es primavera; la nieve se deshace, los muertos están en paz; y el Resucitado nos convoca para caminar”.

FELIZ CAMINO A TODOS…