Para todo cristiano el Domingo supone descansar «en el Señor».
Meditar, estudiar, orar, celebrar toda su relación con Dios y con su vida, desde la fe, desde la reunión con los hermanos.
Uno de los actos más importante de este día (Domingo) es la participación en la Eucaristía con los demás.
Es bien poco; pero, menos de eso, nadie se puede considerar fiel discípulo de Cristo. Porque no sabrá como crecer en la fe, como conocer lo que Dios le pide, como animarse con la presencia de los otros hermanos. Le resultará muy difícl experimentar la acción de Dios en su vida.
La Palabra de hoy nos presenta a Jesús como el Siervo de Yavhé (1ª Lectura de Isaías), como el Cordero de Dios, que lo presenta San Juan Bautista en el Evangelio. El es el que quita el pecado del mundo. «Del mundo», no sólo de cada uno.
Estamos dentro del Octavario de la oración por la unidad de los Cristianos. No dejemos de hacerla.
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Desde el día 22 al 25 en el Liceo de Ourense se nos invita a participar en la VIª Semana de Teologia. Las conferencias son a las 8 de la tarde, a mano de distinas personas con autoridad académica.